Los seres vivos poseen diferentes niveles de organización. Ya hemos visto, anteriormente, los primeros niveles (células y tejidos). Veamos ahora los siguientes.
Órgano: Es una estructura formada por varios tejidos organizados para realizar una función específica. Ejemplo: corazón.
Aparatos y sistemas: agrupación de órganos que trabajan juntos para realizar las diferentes funciones vitales. Ejemplo: aparato circulatorio.

Tú, como ser vivo, eres capaz de realizar tres funciones vitales:
➔ Nutrición. Intercambio de materia y energía con el medio. Los seres vivos pueden ser autótrofos o heterótrofos. Y las reacciones químicas que experimentan la materia y la energía en el interior de un ser vivo se llaman metabolismo.
➔ Relación. Los seres vivos reciben estímulos del medio externo e interno, recogen la información y elaboran respuestas que les permiten adaptarse a los cambios del medio en el que viven y favorecer su supervivencia.
➔ Reproducción. A partir de unos individuos progenitores se generan unos nuevos denominados descendientes semejantes a los progenitores. El objetivo de la reproducción es la supervivencia de la especie. La reproducción puede ser asexual si un progenitor genera especies idénticas a sí mismo llamadas clones, o sexual cuando participan dos progenitores y cada uno aporta la mitad de ADN.